El 24 de abril de 1996 el
guardameta del Atlético de Madrid, Juan Francisco Molina debuta con
la Selección Nacional ante Noruega, pero no como portero sino como
jugador de campo. En esas fechas Óscar Remón era un bebé de siete
meses y poco podía pensar que en el futuro se iba a encontrar en una
situación parecida a la de Molina. Este barcelonés de 20 años
llegó al equipo la pasada campaña y por la lesión de Enric Medina,
simultaneó la primera plantilla con el filial pero no llegó a
debutar en Primera Catalana. Al finalizar la temporada no dudó en
seguir en la Grama y este año debutó con nuestra camiseta frente a
los estadounidenses del West Morris en el primer amistoso, pero le
quedaba estrenarse en partido oficial, aunque nunca hubiese esperado
hacerlo de la manera que lo hizo el pasado sábado en Mataró ante la
UD Cirera. Las circunstancias ya sabidas que habían acaecido durante
toda la semana, habían hecho que la Gramenet sólo se presentara con
un jugador en el banquillo y este era Óscar. Y le llegó el momento
de debutar cuando con el 2-3 a favor nuestro, necesitábamos parar el
reloj y ganar tiempo y así en el minuto 89 Óscar entraba en el
terreno de juego pero no para hacerlo como guardameta sino para
suplir a Kevin e incrustarse en el centro del campo hasta que el
árbitro decretara el pitido final. Seguro que tendrá su oportunidad
de defender la portería de la Gramenet en partido oficial, pero de
momento, Óscar ya fue partícipe en el campo de la gesta junto con
sus compañeros del sábado pasado. (Del blog de Rusadir)
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